Para las familias hispanas de todo el país, la planificación se ha convertido en una parte esencial de la formación de nuevas familias. Permite que las parejas puedan decidir si quieren tener hijos y, cuando los quieren tener.  En caso de que decidan hacerlo, lo hagan en un momento en el cual estén emocional y financieramente preparados.

Hoy en día, las mujeres son el principal sostén de las familias en más del 40 por ciento de los hogares estadounidenses con niños. Gracias a la planificación, las mujeres finalmente pueden invertir más tiempo en una formación profesional y/o técnica, aumentando su potencial de ingresos y mejorando la calidad de vida de sus familias. La planificación también ayuda a las madres a mantenerse en la fuerza laboral y sustentar a los hijos que ya tienen. Esto es especialmente cierto para las madres solteras, que están criando a 1 de cada 3 niños hispanos.

La planificación también puede ayudar a mantener seguras a las mujeres. Se ha encontrado que el uso de anticonceptivos orales está asociado con la reducción del riesgo de desarrollar cáncer de ovario y de endometrio. En muchos casos, el primer embarazo de una mujer es tan peligroso para su vida que lo más recomendado es nunca volver a quedar embarazada. En estos casos, los anticonceptivos son una parte esencial de su régimen de salud, al igual que alguien con problemas cardíacos debe tomar su medicamento para la presión arterial o alguien con diabetes necesita su insulina. Con casi 1 de cada 5 familias hispanas viviendo sin seguro médico, es especialmente importante que las mujeres puedan tomar estas importantes precauciones para proteger su salud.

El acceso métodos anticonceptivos ha sido uno de los factores clave para reducir los embarazos no deseados y disminuir el número de abortos. Cada año, más del 90 por ciento de los abortos ocurren debido a un embarazo no deseado. Proporcionar métodos anticonceptivos a las mujeres puede reducir las tasas de aborto hasta en un 78 por ciento.